Aquí estamos otra vez, atrapados en este feliz mundo lleno de hipocresía y arrogancia donde valen la falsedad está mejor vista que la sinceridad y la lealtad.
Siempre he admirado esa capacidad de la gente de decir algo de una tercera persona a otra, sin impunidad, sin darse cuenta de que ella hace exactamente lo mismo pero de otra forma. Tienen agallas a criticar a gente como ella, gente que hace lo mismo que ella en un determinado sitio o lugar y que se callan o pasan de largo cuando la criticona se pone a hacer aquello de lo que se queja.
Me parece muy triste, ¿dónde quedaron los principios de esta sociedad? ¿Por que ahora premiamos la hipocresia y nos metemos con la gente que es de verdad? Sal del armario y se tú mismo, que te dé igual lo que piensen o digan de tí, todos tenemos defectos y, por supuesto, virtudes. Antes la hipocresía estaba mal vista, la sinceridad y el dar la cara era bueno, ahora ya no... que tierno me parece, una sonrisa tras la que se oculta un pensamiento maligno y atacante, cuando esa persona está llamándote la atención, a tus espaldas, de algo que ella también hace y que también puede perjudicar a los demás.
Y por si no fuese suficiente, critica a los veteranos, a gente que conoce como funciona el sistema y cuando debe parar, no como la arrogante y necia novata que se piensa que se puede comer el mundo, que por ir escotada y tener a alguien que le lama el culo puede hacer lo que quiera e ir por ahi criticando a espaldas de otros.
A esas personas habría que castigarlas, si haces algo no repliques o te quejes porque los demás lo hagan, si tanto te molesta piensa que a los demás también puede molestarles y pueden meterse en esa pelota de hipocresía y decirte lo mismo; di las cosas a la cara y predica con el ejemplo.
Mikel.
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